Seguro que en alguna ocasión no habéis alcanzado vuestro propósito con alguna persona por no haber utilizado una comunicación más adecuada. A mí me ha pasado. Y es que la ausencia de una buena comunicación nos impide entrar en el mundo de los demás, llegar a ellos, conocerlos, saber las razones por las que actúan y establecer relaciones de calidad.


Sin embargo comunicarse de forma efectiva tiene muchas ventajas, para mí las siete más destacables, son las siguientes:

1. Dar a conocer nuestro punto de vista con total claridad, de manera que el interlocutor se haga una idea perfectamente nítida y concreta de la información que se le desea transmitir; sin dar lugar a confusiones ni a malas interpretaciones.

2. Permite influir y transmitir actitudes en el interlocutor que posteriormente se traducirán en acciones o comportamientos. Este objetivo se logra presentando la información de forma incitadora a la acción o al cambio de disposición. El buen comunicador no sólo dominará la técnica de transmisión informativa, sino también de generación de inquietudes y deseos que motiven al receptor.

3. Proporciona una idea positiva de nosotros mismos, que se transmite al interlocutor a través del conocimiento de los temas expuestos, de la forma en que se presentan y de las actitudes personales manifestadas. Todos estos indicadores apoyan la credibilidad no sólo de las informaciones y argumentos, sino también del propio emisor.

4. Propicia el conocimiento de los demás, ya que, a través de la escucha efectiva, es posible hacerse partícipe de las ideas, opiniones, conocimientos, etc. De otras personas, al tiempo que obtenemos la posibilidad de formarnos juicios bastante fundados acerca de ellos mismos. De esta forma es posible disponer de mayor número de criterios para tomar decisiones más acertadas. Por otra parte nos proporciona información que nos permite adaptar las propuestas a otros con el fin de conseguir su adhesión a nuestras ideas.

5. Logra interacciones positivas entre los participantes de la comunicación. Eliminando los malos entendidos y las falsas interpretaciones se consigue crear un clima positivo y favorable para las relaciones humanas. Este hecho se fomenta cuando se practica el reconocimiento y valoración de las ideas del interlocutor y se le hace sentir valioso a través de la escucha, atención e interés sobre sus opiniones o manifestaciones.

6. Favorece las relaciones jefe-empleado y permite un mayor acercamiento entre ambos, logrando mayor efectividad profesional en el trabajo y satisfacción personal. Contribuye, también, a crear ambientes laborales más productivos, eficaces y de calidad, dado que se fomentan las interacciones positivas entre personas que han de trabajar juntas, consiguiendo que el trabajo en equipo pase de ser una teoría a convertirse en una realidad. Mejoran significativamente los contactos con los clientes y proveedores y favorece las negociaciones y acuerdos consustanciales a la dinámica del trabajo.

7. Contribuye a hacer fluidas las relaciones en cualquiera de los ámbitos en los que nos desenvolvemos habitualmente. La calidad de las relaciones entre las personas de pende de la calidad de su comunicación.

La habilidad para llevar a cabo una correcta comunicación se desarrolla a lo largo del tiempo y es un proceso que exige consciencia, responsabilidad y acción para poner en práctica lo aprendido.