Dentro de un sistema, como puede ser una empresa o un departamento de una organización debemos tener en cuenta que existen multitud de relaciones laborales y que deben de mantener unos criterios para que el sistema se considere sano. Para ello, Bert Hellinger describió los siguientes principios sistémicos que aquí están adaptados a organizaciones:
Ley de Pertenencia: Todo miembro tiene derecho a pertenecer al sistema. El no reconocimiento o exclusión de un miembro, tiene consecuencias en el sistema por lo que debe haber un reconocimiento de cada persona y de cada departamento.
Ley de Orden: Una sistema sano mantiene una adecuada jerarquía. La persona que crea el marco donde los demás puedan desarrollarse y trabajar debe tener preferencia sobre éstos. Es importante no saltarse la jerarquía que existe dentro de una empresa porque se crean situaciones tensas o de desconcierto para muchas personas.
Ley de Equilibrio: En todas las relaciones de un sistema debe existir el equilibrio entre dar y recibir. Este principio se suele romper cuando hay personas con niveles salariales muy diferentes dentro de un equipo o cuando alguien cobra mucho más o mucho menos de lo que aporta a la empresa o al departamento.
Mantener estos tres principios y cuidar de ellos es vital para que tenga un buen desempeño una organización.
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