Muchas veces se habla de cómo motivar a los empleados dentro de una organización. Sin embargo, esto no se consigue con un evento único anual o sacando a las personas de la empresa para que disfruten de un día lúdico. Las organizaciones y los programas de recursos humanos modernos deben crear entornos favorecedores para las personas sigan creciendo y disfrutando con los retos diarios. A continuación te expongo cuatro claves para crear entornos donde la motivación se puede desarrollar.
En primer lugar hay que entender que las personas prosperan con el éxito de sus trabajos. Para ello es importante fomentar que los empleados realicen tareas de creciente dificultad y complejidad. No hay nada más desmotivador que un trabajo repetitivo y rutinario.
Las personas necesitamos aprender constantemente, y sobre todo al principio de la carrera laboral, el aprendizaje toma más peso si cabe dentro de las necesidades de un trabajador para sentirse autorrealizado.
La monotonía y la rutina son devastadoras para la motivación laboral
En segundo lugar, las personas aprenden y se divierten observando a los demás. Si quieres transformar a una persona de un rendimiento medio a un punto más elevado, inclúyela dentro de un equipo altamente resolutivo, se creará un efecto vírico en cuanto a su desempeño. Muchos responsables de departamentos tienen miedo de estropear un buen equipo introduciendo alguien de menor desempeño. Sin embargo, cuando un equipo trabaja como un ente compacto de alto rendimiento, éste tiende a subir el rendimiento de estas personas que se incluyen en él. Para lograr esta cohesión muchas veces se necesitan herramientas como el coaching de equipos para compactar más a las personas ya que por mi experiencia los equipos de alto rendimiento son bastante escasos.
En tercer lugar, dar aliento, apoyo e incluso mentorización. Las investigaciones y los estudios en psicología empresarial sugieren que el factor más potente para aumentar la resistencia a las situaciones complejas es el apoyo interpersonal. Es decir, al igual que en el punto anterior el equipo eleva el rendimiento de una persona de rendimiento medio mediante el aprendizaje, el apoyo constante de un equipo genera también fortaleza psicológica para afrontar retos.
Por último, hay que tener en cuenta que el estrés es uno de los factores principales de desmotivación en el trabajo. Ya que te sientes sin energía cuando no tienes estrategias desarrolladas para afrontar la presión diaria, como puede ocurrir en el caso de personas que estén continuamente en contacto con el cliente. El desarrollo de una «armadura psicológica» tiene que ver con el control del estrés y la inteligencia emocional que se ha desarrollado en el día a día, aunque también aprender técnicas a través de formaciones de gestión de estrés o a un nivel mucho más práctico como el coaching individual, tiene un impacto en el rendimiento de la persona altísimo.
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Ángel Martínez Marcos
Coach Ejecutivo & Consultor de Transformación Cultural
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