El mentoring es un proceso en el que una persona (mentee) es guiada y acompañada en su desarrollo profesional por otra (mentor) que tiene más experiencia o conocimientos. La relación de mentoring se basa en la transmisión de esos conocimientos y experiencias, sin embargo, para que el mentoring sea verdaderamente efectivo, el mentor no solo debe ofrecer consejos, sino que también debe desarrollar determinadas habilidades clave y conocer y seguir las fases de un proceso establecido que permita sacarle todo el partido a esta relación mentor-mentee y desarrollar al máximo el potencial de ambos.

Habilidades del mentor

Para ser un mentor efectivo, es fundamental desarrollar una serie de competencias y habilidades que permitan crear una relación de confianza y respeto con el mentee, además de acompañarle para que desarrolle todo su potencial. A continuación, se describen las habilidades más importantes:

  1. Escucha activa

La capacidad de escuchar es fundamental en el mentoring. La escucha activa implica prestar atención completa a lo que el mentee está diciendo, sin interrumpir, para comprender profundamente sus necesidades, preocupaciones y aspiraciones. El mentor debe ser capaz de captar tanto el lenguaje verbal como el no verbal, y hacer preguntas que profundicen en los temas tratados.

  1. Empatía

Un mentor debe ser capaz de ponerse en los zapatos del mentee y comprender sus emociones y desafíos desde su perspectiva. La empatía no solo fortalece la relación, sino que también permite al mentor adaptar su orientación de manera que sea más relevante y efectiva para el mentee.

  1. Dar y recibir feedback de manera constructiva

El mentor debe ser capaz de ofrecer retroalimentación honesta y útil. La retroalimentación debe estar basada en observaciones concretas y ser presentada de manera constructiva, para que el mentee la utilice como una herramienta de aprendizaje y mejora. También tiene que fomentar y estar abierto a recibirla.

  1. Capacidad para motivar y desafiar

El mentor debe ser una fuente de inspiración para el mentee, ayudándolo a mantener la motivación a lo largo del tiempo. Además, debe saber cuándo y cómo desafiar al mentee para que salga de su zona de confort y enfrente nuevas oportunidades de crecimiento.

  1. Definición de objetivos y elaboración de un plan de acción

Para que una relación de mentoring sea productiva, es importante establecer metas claras y realistas desde el principio. El mentor debe ayudar al mentee a identificar sus objetivos a largo y corto plazo, y trazar un plan para alcanzarlos de manera ordenada.

  1. Capacidad para fomentar la autonomía

El propósito del mentoring no es crear dependencia, sino ayudar al mentee a desarrollar la confianza y las habilidades necesarias para tomar decisiones por sí mismo. El mentor debe fomentar la reflexión autónoma y alentar al mentee a buscar soluciones.

  1. Dar reconocimiento

El reconocimiento es un acto de valoración de la persona por lo que es, no por lo que hace, por tanto, no se centra, como lo hace el feedback en los comportamientos, sino en su sentido de identidad, su singularidad y sus valores, lo que lo hace profundamente empoderador para el mentee que lo recibe.

Fases de una relación de mentoring

Un proceso de mentoring efectivo sigue una serie de fases naturales. Aunque estas fases pueden variar ligeramente según el contexto, en general incluyen:

  1. Fase de Orientación

En esta fase, mentor y mentee se conocen y establecen las bases de la relación con la que crear el clima de confianza y respeto mutuo que será necesario a lo largo de todo el proceso. Se acuerda una alianza de trabajo en la que se ponen en común las expectativas en relación al proceso y la parte logística de las reuniones (frecuencia, duración, etc.). También en esta fase se exploran y establecen los objetivos del proceso de mentoring.

  1. Fase de Desarrollo

Esta fase, es en la que se produce la mayor parte del aprendizaje y el crecimiento y también en algunas ocasiones puede resultar la más desafiante por lo que requiere mucho compromiso por ambas partes para que el proceso avance de manera efectiva.

Aquí, el mentor y el mentee mantienen conversaciones con las que marcar objetivos a corto plazo, explorar los desafíos del mentee e identificar y trabajan en las habilidades que necesita desarrollar. En esta fase el mentor se centra en facilitar el aprendizaje del mentee, compartiendo aquellos conocimientos, habilidades y experiencias que son relevantes para el desarrollo profesional del mentee, además de ofrecerle feedback constante.

  1. Fase de Consolidación

A medida que el mentee comienza a aplicar lo aprendido y a ganar confianza, el papel del mentor se vuelve cada vez menos intenso, comenzando a fomentar la autonomía del mentee. El enfoque del mentor está puesto más en que el mentee aplique lo aprendido de manera independiente y confíe en sus propias habilidades, ofreciéndole herramientas y el apoyo necesario para que avance en su carrera sin depender constantemente de su orientación. Para eso, el mentor reconoce y celebra los logros alcanzados por el mentee y le invita a que se de autofeedback, ayudándolo así a que aumente la confianza en sí mismo/a y mantenga también la motivación para continuar con su desarrollo profesional.

  1. Fase de Cierre

Finalmente, la relación de mentoring llega a su fin. En esta fase, ambas partes deben reflexionar sobre los logros alcanzados y estar abiertos a darse y recibir feedback de manera mutua. Por otro lado, el mentor ayuda al mentee a establecer un plan de acción para su futuro desarrollo y se asegura de que tenga los recursos necesarios para continuar creciendo después de la finalización del programa de mentoring.

Aunque la relación formal finalice, puede continuar de manera informal o transformarse en una colaboración profesional.

Ser mentor no solo le ofrece a éste la oportunidad de influir positivamente en la vida profesional y personal de una persona, su mentee, sino que su labor alcanza mucho más allá del entorno empresarial. Al compartir el mentor sus conocimientos y experiencias con sus mentees y acompañarlos en su proceso de crecimiento y transformación profesional y personal, está impulsando el progreso colectivo, generando un efecto dominó que, de manera indirecta, impactará y transformará también a la sociedad.

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Rosa Cañamero
Coach Ejecutivo MCC por ICF & Consultora de Transformación Cultural

Instagram @rosa_canamero_mcc

 

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