Cuando pensamos en una organización moderna, tendemos a recordar las imágenes de Google o Amazon que se hicieron famosas hace años, cuando salieron a la luz los entornos de oficinas en los que trabajaban. Sin embargo, estas corporaciones no solo trabajan en la superficie, sino que lo hacen en muchos más niveles.
¿Qué hacen estas empresas para que las tengamos en mente como las más innovadoras?
Vamos a enfocarlo desde el punto del vista del management y su evolución.
El management 1.0, es decir el estilo de liderazgo del siglo XX, tiene que ver con la jerarquía, el sistema vertical de mandos y la comunicación reducida entre el equipo directivo y el resto de la plantilla. Es el estilo más clásico de todos.
El management 2.0, trata de crear empresas más innovadoras, con más foco en la persona pero al fin y al cabo funcionando de una manera antigua. Son corporaciones que no han abandonado la forma en la que se toman las decisiones y el sistema de mandos sigue siendo muy jerárquico.
El management 3.0, se centra en crear entornos donde las personas se desarrollan, donde el liderazgo no es vertical sino transversal y donde todas las personas opinan y se les escucha. Se crean entornos mucho más integradores, con trabajo en equipo colaborativo, mejora continua y aumento del compromiso y responsabilidad de las personas.
Desde el punto de vista del Management 3.0, se entiende que:
- Management 1.0 es hacer la cosas mal
- Management 2.0 es hacer las cosas correctas pero mal hechas
- Management 3.0 es hacer las cosas bien
El Management 3.0 se basa en los siguientes principios:
1. Baila con el sistema:
Si estás en el mundo real, nada funciona como lo planificas. Hace años, quizá se podía hacer una planificación y seguirla a largo plazo, pero hoy en día las estrategias hay que cambiarlas continuamente. Eso puede hacer que los equipos se frustren, y que no entiendan cuál es su rumbo. Sin embargo la clave de todo esto, es que sepan que lo único permanente es el cambio.
2. Cuida a las personas:
Las personas son el recurso más importante de las organizaciones. Esta frase que todos hemos escuchado en nuestra empresa y que en muchos casos se queda ahí, forma parte de la queja diaria de los empleados. Las personas no solo son lo más importante de la empresa, sino que son el corazón, el cerebro y el músculo de la empresa. Su cuidado no es importante, sino que es básico.
Además, la diversidad en los equipos de trabajo, hace que el liderazgo sea mucho más complejo. Sin embargo, los hace mucho más óptimos cuando hablamos de versatilidad y adaptabilidad.
Cuidar a las personas significa cuidar el nivel y la calidad del management, trabajar en la mejora continua de los mandos intermedios y de los equipos y analizar el clima del departamento y el nivel directivo con encuestas de feedback 360º.
3. Estimula la red:
Hablar de cambio hoy en día, significa hablar de continua evolución. Para ello tenemos que entender que las personas y sobre todo las relaciones que se establecen entre ellas, son la clave de toda organización. La resistencia al cambio que se da en toda compañía que quiere cambios continuos, se puede minimizar entendiendo lo que ocurre individualmente con las personas y también las relaciones que se establecen entre estas y entre los diferentes departamentos. En estos «hilos» suelen encontrarse la claves de las resistencias al cambio.
En una empresa, el equipo directivo tiene que tener un nivel de involucración total por el cambio. Además, para estimular a las personas hacia este cambio, debemos apoyarnos en los trabajadores clave de la organización que entienden la mejora continua como algo necesario. No podemos obviar que habrá personas con alta resistencia a cualquier tipo de movimiento, que se centrarán en los posibles problemas con mentalidad del tipo “si siempre lo hemos hecho así, por qué tenemos que cambiar”.
4. Cambia el entorno:
Si cambias el entorno, cambias a las personas. Hace muchos años, salieron a la luz las oficinas de Google y de Yahoo con toboganes, mesas de ping pong, salas de reuniones “gamificadas” y también oficinas sin paredes y sin despachos. Esto que parecía una locura, hoy en día nos lo encontramos cada vez en más empresas.
Hay organizaciones que hablan de liderazgo compartido, de comunicación y de equipos de alto rendimiento, sin embargo, todos los directivos están en sus despachos, la comunicación es estanca, no se conoce el sistema de incentivos y la toma de decisiones es jerárquica. La cultura que esté presente en las empresas debe corresponderse al entorno.
Oficinas abiertas sin paredes, salas compartidas para realizar reuniones que hay que reservar, entornos con sillones, biblioteca y cafetería para poder reunirse de modo informal, ayudan de un modo u otro a favorecer el management 3.0 y a una cultura más abierta, con más responsabilidad y con más compromiso.
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