Una conducta asertiva es un ingrediente imprescindible para alcanzar el éxito personal y profesional. El comportamiento asertivo aumenta la autoestima, reduce el estrés, fomenta relaciones sanas y positivas, permite mantener en todo momento el respeto por uno mismo e impide la manipulación emocional.
Muchas veces se confunde el comportamiento asertivo con el agresivo, y hay personas que piensan que si defienden sus derechos, estarán teniendo un comportamiento agresivo, por lo que optan por asumir un comportamiento pasivo y mantenerse en un segundo plano dejándose manipular por otros.
Hay también quienes dicen ser asertivos pero en realidad enmascaran tras esa apariencia una conducta agresiva. Para ser asertivo es necesario en primer lugar aceptar la asertividad de los demás, encajar el “no” ajeno, asumir el rechazo a una petición, comprender que no siempre se puede ganar y, quizás lo más difícil de todo, saber decirse «no» a uno mismo.
Ambos comportamientos –pasivo y agresivo– están relacionados con el miedo. El pasivo huye de lo que teme. El agresivo encubre los miedos para que los demás no descubran que son débiles. El asertivo se enfrenta a sus miedos. Cuanto más asertivo se sea y más dispuesto se encuentre a mostrar quién es, qué siente y qué quiere, más éxito obtendrá en su trabajo.
Pero ¿en qué consiste exactamente ser asertivo en el trabajo?
Para ser asertivo en esta importante área de su vida, debe poseer una actitud activa y fijarse metas que aumenten su autoestima. Las personas que no consiguen distinguir entre ser apreciado y ser respetado se dejan atrapar por la necesidad de gustar a todos y sacrifican el respeto que se deben a sí mismos.
A menudo se piensa que la asertividad consiste sólo en decir no y, sin embargo, ser asertivo es mucho más: consiste en ser capaz de expresarse con seguridad y confianza en uno mismo sin tener que recurrir a comportamientos pasivos, agresivos o manipuladores y, en caso de conflicto, saber llegar a un acuerdo satisfactorio para ambas partes.
En definitiva, ser asertivo consiste en defender nuestros derechos respetando los derechos de los demás. Reconocer cuáles son esos derechos se lo pondrá más fácil; ya que, en muchos casos, los comportamientos poco asertivos son consecuencia del desconocimiento de los derechos que todos tenemos:
Si aún no lo has hecho, ¡atrévete a dar el primer paso hacia la plena utilización de esta valiosísima competencia que te impulsará hacia el éxito!
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Rosa Cañamero
Socia directora – Execoach
Coach Ejecutivo PCC