Escucha siempre a tu equipo. Muchas veces no es relevante lo que piensas acerca de lo que tienen que decir, lo importante es que sienten que han sido escuchados ya que la escucha es la máxima expresión de respeto para el ser humano. Un problema compartido muchas veces es un problema resuelto por la persona que lo comparte.
Pon mucho interés en lo que te dicen, no lo hagas simplemente como un hecho de cortesía o porque lo debes hacer, ya que en esa escucha estarán involucrados muchos aspectos emocionales de la persona que al fin y al cabo influyen en su productividad. A veces podemos aprender mucho acerca de nuestro equipo al escuchar, ya que está enfocado desde otro punto de vista.
Estas son unas simples claves para mejorar la escucha:
- Pon atención a lo que dicen.
- No trates de solucionar siempre su problema, muchas veces la persona no busca eso.
- Ten paciencia en la escucha aunque pon límite de tiempo, ya que ésto debe ser una inversión de tiempo para ti.
- Pon calma en tu rostro y en tus movimientos corporales
- Estate receptivo a todo lo que te tengan que decir sin interrumpir el discurso de los demás.
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