Normalmente cuando hablamos de feedback, nos referimos comúnmente al que le da un mánager o un colaborador.

En empresas más avanzadas se utilizan sistemas como el feedback 360° o herramientas que permiten el feedback transversal o multidireccional. Uno de los que tiene más efectividad es el feedback dentro del propio equipo ya que promueve la colaboración y cohesión del departamento

Al recibir el feedback de varias personas, los empleados pueden tener una visión más amplia y completa de su trabajo y no únicamente de su mánager.

Además, el feedback grupal suele ser una fuente de motivación para los equipos, ya que les hace sentir que su trabajo es valorado y que pueden contribuir a los objetivos y logros de los departamentos y de la empresa.

Por otra parte, al recibir el feedback en grupo, los equipos tienen la sensación de recibir opiniones más justas y menos monopolizadas, no como cuando se recibe de una sola persona. Así, permite obtener perspectivas diferentes y variadas sobre su trabajo y desempeño, ya que varias personas pueden dar su opinión y corroborar alguna disonante. Por otro lado, el feedback que te da un jefe puede ser más limitado y sesgado por su propia perspectiva.

El feedback grupal tiene una cara más amable que el directo del mánager

Además, para algunas personas, recibir feedback de su mánager puede resultar intimidante o estresante y el feedback grupal tiene una cara más amable, ya que se trata de una conversación con varias personas.

Esto son los pasos para dar un buen feedback grupal:

Antes de dar feedback, es importante que el facilitador, el coach o el mánager del grupo prepare el proceso. Se debe establecer un tiempo para pensarlo y determinar los temas que se abordarán.

Con el fin de crear un ambiente de confianza y respeto, se deben establecer normas para el proceso de feedback grupal. Estas normas pueden incluir, respetar el turno de cada persona para hablar, escuchar atentamente las opiniones de los demás, mantener la confidencialidad de esa sesión y respetar las diferencias de opinión.

Cada persona debe compartir sus experiencias y perspectivas sobre el tema que se esté tratando. Es importante escuchar atentamente sin interrumpir las opiniones de los demás y hacer preguntas para aclarar cualquier punto de vista que no quede suficientemente claro.

Una vez que se han compartido las experiencias, es necesario identificar las fortalezas y áreas de mejora en el trabajo de cada persona. No podemos quedarnos con recibir solamente una opinión crítica, también tenemos que recordar las conductas que se deben mantener y que se aprecian por parte del equipo.

El feedback grupal debe ser equilibrado en aspectos positivos y críticos

Además, es importante ser específico y concreto y centrarse en el comportamiento evitando frases como “Alberto es un desordenado” cambiándolas a otras como “Alberto no deja los documentos de los proyectos en la nube”. Se deben incluir acciones concretas que cada persona puede tomar para mejorar su trabajo, así como identificar soluciones de equipo para mejorar el trabajo conjunto.

Es importante finalizar la sesión de feedback con una nota positiva, reconociendo las fortalezas y progreso logrado por cada persona y el equipo. Esto ayudará a mantener una atmósfera positiva y constructiva en el grupo.

Otra opción es dar feedback a todo el departamento como tal. Esto se refiere a enfocarse en acciones de mejora que debería implementar el equipo. Una técnica sencilla y muy potente es utilizar la técnica «Start, Stop, Continue» (Empezar, Parar, Continuar), que se enfoca en identificar qué acciones o comportamientos deben comenzar, detenerse o continuar en el trabajo de cada persona o equipo. Esta técnica puede ayudar a identificar áreas de mejora y fortalezas de manera constructiva y enfocada.

Los procesos de feedback deben acabar en planes de acción

Los pasos para implementar la técnica «Start, Stop, Continue» son los siguientes:

Hay que pedir a los miembros del equipo que escriban en tres columnas las acciones o comportamientos que se deben «Empezar», «Parar» o «Continuar» dentro del departamento. Siendo estas acciones concretas y específicas.

Después el mánager o el coach debe pedir a cada persona que comparta sus ideas apuntándolas en una pizarra.

Una vez que se hayan compartido, hay que preguntar a los miembros del equipo cómo se sienten acerca de ellas, animando a los miembros del grupo a hacer preguntas y aclarar cualquier punto y ver cómo se pueden llevar a cabo en un periodo de tiempo concreto. Por ejemplo, hasta la siguiente sesión de feedback.

Y finalizar con una nota positiva, agradeciendo a todos los miembros del grupo por su participación y enfatizando las fortalezas y los progresos identificados.

Con una técnica tan sencilla como esta, se puede mejorar la implicación de las personas y fomentar la cultura de la mejora continua y la responsabilidad.

 

 

Ángel Martínez Marcos
Coach Ejecutivo & Consultor de Transformación Cultural
www.amartinez.net
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