Tras leer unas declaraciones de Marissa Mayer, la CEO de Yahoo, en las que justificaba su polémica decisión de eliminar el teletrabajo en la empresa. Esta decisión ha sido considerada en el mundo empresarial un gran paso atrás en el camino de la conciliación laboral y la flexibilidad en el trabajo, elementos que ya habían avanzado muchísimo en los últimos años, promovidos sobre todo por las empresas del sector tecnológico, normalmente más innovadoras que el resto.
La CEO de Yahoo decía: «Cuando una persona trabaja sola, aumenta su productividad, pero cuando trabaja con otras personas, aumenta su capacidad colaborativa y su creatividad». Efectivamente, cuando un profesional teletrabaja es más productivo, ya que evita al máximo las interrupciones de la oficina (fuente de enormes pérdidas de tiempo) y además permite la flexibilidad a la hora de organizarse, lo que potencia su motivación.
Sin embargo, un profesional nunca será más creativo trabajando solo. Siempre potenciará su capacidad de innovación cuando conecta sus ideas con las ideas de otras personas, y es la suma de todo ello lo que incrementa el nivel creativo de un equipo y una organización. Por eso, coincido con Meyer en su diagnóstico. Una persona que teletrabaja se vuelve más solitaria y individualista, lo que impide su integración en un equipo, y termina perjudicando la colaboración y el trabajo en equipo.
Así pues, lo que yo propondría sería una mezcla entre los dos ingredientes. ¿Por qué eliminar el teletrabajo cuando es una fuente indudable de aumento de productividad? La clave está en equilibrar los espacios y tiempos en los que un profesional trabaja desde su casa solo, y los que trabaja con sus compañeros en la oficina. Probablemente un 50% sería un porcentaje razonable, que equilibre productividad, trabajo en equipo e innovación. Pero cada empresa debe definir cuales son sus prioridades, y en función de ellas, decidir su propio porcentaje.
Lo que desde luego me parece un gran retroceso es la eliminación del teletrabajo. Como toda herramienta organizacional, la clave está en utilizarla adecuadamente con unos objetivos específicos, y proveer de resultados medibles por los que evaluar la efectividad del teletrabajo, que está fuera de toda duda. Como conclusión, cada empresa deberá hacer su propio cóctel con estos dos ingredientes (teletrabajo solitario y trabajo en equipo en oficina) y no tendrá que elegir entre productividad o innovación. Simplemente tendrás ambas.
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Javier Carril
Socio de Execoach
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