Cuidar el talento es lo que asegura la continuidad de las empresas hoy. La tendencia humanista se ha posicionado en las organizaciones del siglo XXI.
Conscientes de que el capital humano es fundamental para el crecimiento de las empresas, son cada vez más las organizaciones que incorporan el desarrollo del talento humano como un elemento altamente estratégico y poseedor de un profundo impacto en toda la organización.
Atrás quedan las empresas con líderes jerárquicos y herméticos que tenían como objetivo, aumentar la eficiencia y la productividad, mientras consideraban que los trabajadores se movían únicamente por el factor económico.
A través de los últimos cincuenta años, la visión hacia los trabajadores ha dado un importante giro, prueba de ello, ha sido el cambio que las empresas han ido incorporando en su lenguaje. De ser un recurso humano, las personas han pasado a ser un capital humano para después convertirse en un talento humano y es aquí donde estamos ahora.
ENTENDER Y ATENDER A LAS PERSONAS
El capital intelectual se ha convertido en el verdadero sentido de las empresas, y es por ello que mucho del esfuerzo de las compañías actuales se concentra en atraer a profesionales y retenerlos a través de la motivación, su participación en los objetivos y la inversión en su desarrollo.
La clave del éxito, también radica en entender y atender a las personas que hacen parte de la organización y fortalecer las relaciones que entre ellas se establecen y más cuando deben competir en un entorno globalizado en el que el conocimiento, las nuevas formas de comunicación, el dinamismo, la incertidumbre, la competitividad y la flexibilidad ante el cambio, son una realidad.
Para enfrentarse a los nuevos retos, las organizaciones actuales buscan atraer y desarrollar perfiles que destacan por su capacidad de liderazgo, poseer agilidad estratégica, madurez emocional y grandes habilidades para motivar e inspirar.
La formación de los empleados va más allá de mantenerlos informados sobre las últimas tendencias tecnológicas. Ahora hay más conciencia de la importancia de mantener y desarrollar aspectos importantes como son:
- La motivación
- La comunicación abierta
- El reconocimiento
- El empoderamiento
- El crecimiento personal
- La promoción
Para consolidar estos aspectos, las organizaciones van mucho más allá y dan la bienvenida a los gestores de talento humano, profesionales que aplican métodos y recursos diseñados para atraer, desarrollar, motivar, retener el talento y promover el bienestar de los trabajadores.
Hablamos de la incorporación de perfiles como mentores, coaches y formadores, personas especializadas para acompañar y desarrollar junto a líderes y equipos, programas como mentoring, mindfulness, wellbeing y coaching, entre otros, con el fin de reforzar la confianza y la creatividad, así como fomentar sus fortalezas y trabajar en sus debilidades.
Se trata también de brindar oportunidades para mejorar su capacidad de analizar, comprender y actuar de manera más consciente frente a los problemas y acontecimientos inesperados que a ellos llegan, tomar decisiones más serenas y obtener un pleno estado de concentración en sus tareas y consecución de objetivos.
El gran cambio del liderazgo de las organizaciones esta en que antes los líderes dictaban el que y el como, mientras los demás acataban esas consignas. Ahora, las empresas trabajan en inspirar hacia donde hay que ir y es el equipo junto a sus líderes el que consigue el trayecto.
El legado de una empresa hoy, está en asegurar que el talento de su equipo tenga un propósito claro y que sea motivador. Que sus empleados aprovechen y desarrollen al máximo sus capacidades y habilidades para que los equipos se sientan empoderados en la consecución de los objetivos de la empresa, en la satisfacción de sus clientes y en el retorno de la inversión.
¿Te ha interesado este artículo? Ponte en contacto con nosotros para más información.
Apúntate a nuestra Newsletter mensual para recibir artículos prácticos para tu desarrollo profesional.
Mercedes Sánchez
Coach
Más información: